Diseño de producto, branding, identidad visual y packaging
Pentagram ha sido el encargado de dar forma, personalidad y vida a Yoto Player, un curioso y ciertamente atractivo reproductor de audio portátil para niños mayores de tres años que busca estimular la imaginación a través de una experiencia más «analógica», alejándolos de las pantallas de alta definición y los microcomandos táctiles.
El reto del equipo creativo del multipremiado estudio británico era diseñar un producto —y su sistema gráfico—, que fuera capaz de cautivar la atención de los más pequeños y convencer de sus virtudes y beneficios a sus respectivos padres.
El resultado es un dispositivo cubico de unos 11 cm de lado de color gris y 600 gramos de peso, que se acciona con la utilización de tarjetas, estas, al introducirse en una ranura ubicada en la cara superior, posibilitan la reproducción de cuentos, música, podcast o efectos de sonidos, entre muchas otras opciones. Tanto las tarjetas como su contenido pueden ser monitorizadas en tiempo real por los mayores desde una aplicación para smartphones. Si bien en el sentido estricto de la palabra, el display translucido ubicado en la cara frontal, es una pantalla, su configuración ultravintage de 16 x 16 píxeles, la convierte en poco más que una señal lumínica de referencia.
Aunque de cara a sus jóvenes usuarios el Yoto Player es un gadget sencillo, lo cierto es que cuenta con tecnología punta. Su conectividad wifi y Bluetooth, su autonomía de 4 a 5 horas gracias a una batería de ion de litio recargable vía USB o su memoria caché de 8G, lo convierten en un prodigio tecnológico acorde a los tiempos que corren.
Para cerrar tres apuntes. El primero, la parte gráfica, impecable como nos tienen acostumbrados. La paleta de colores, la delicada iconografía, la brutal tipografía (Castledown, de Colophon Foundry), o el super efectivo logotipo, conforman un paisaje amigable y pregnante. En segundo lugar, la cara «a dos aguas» posterior que permite posiciones a 45 grados. Brillante. Y por último los potenciometros de color naranja ubicados estratégicamente en las aristas laterales que dotan al volumen de un innegable aspecto antropomorfo que no hace otra cosa que solidificar la idea general del proyecto. En definitiva, otro acierto de Pentagram.