«Bilboquet se ha diseñado para adaptarse a las necesidades más diversas».
Inspirado en el famoso bilboquet francés, conocido en España y Latinoamérica como balero, boliche o emboque, el diseñador industrial británico-canadiense Philippe Malouin ha conseguido dar vida a una luminaria ciertamente curiosa, capaz de trabajar en una gran variedad de ambientes, tanto funcional como estéticamente.
La Bilboquet, como ha sido bautizada esta lámpara compacta de sobremesa, consta de dos cilindros coloreados conectados por una esfera magnética que actúa como articulación y permite que el cilindro superior gire, dirigiendo el flujo de luz.
El aspecto lúdico de la Bilboquet también es fundamental en la elección de la paleta de tres colores, salvia, tomate y lino, que caracterizan no sólo el cuerpo de la lámpara, sino también el cable y el enchufe, dando como resultado un cuerpo de estética coherente. «Bilboquet se ha diseñado para adaptarse a las necesidades más diversas: además del cilindro, que es regulable, el cable también puede dejarse libre u ocultarse, encerrado en un alojamiento especial debajo de la base», comenta Malouin.
El cuerpo exterior de Bilboquet, que ha sido desarrollada en exclusiva para Flos, está fabricado con un policarbonato especial derivado de un subproducto de la producción de papel, en lugar de petróleo. Por tanto, este material plástico sostenible no sólo se basa en recursos naturales renovables, sino que, a diferencia de otros plásticos de origen vegetal que requieren un cultivo específico, no implica la explotación de la tierra ni el despilfarro de agua.
Y por último, las esferas de hierro, utilizadas tradicionalmente en los aerogeneradores, se rechazan a veces por defectos mínimos en el diámetro, de centésimas de milímetro. Bilboquet permite aprovechar este defecto insignificante, evitando así que la esfera tenga que volver a un ciclo de producción que requiere mucha energía.