El porrón es un icono que ha estado ligado a la gastronomía española durante más de cinco siglos. Sin embargo, la producción industrial de las últimas décadas ha impuesto la botella como contenedor cotidiano, y el uso del porrón ha decaído considerablemente. Con PorrónPompero, Héctor Serrano y La Mediterránea han adaptado el recipiente a los nuevos tiempos para recuperar su empleo.
Packaging de PorrónPompero, Héctor Serrano, La Mediterránea, 2011.
PorrónPompero se encaja en el cuello de la botella. De su cuerpo central surgen dos orificios: mientras que el más estrecho actúa como pitorro, el más amplio sirve tanto para oxigenar el vino como para servirlo directamente en un vaso. De esta manera, puede ser utilizado indistintamente como porrón y decantador.
El recipiente ha sido fabricado a mano con vidrio borosilicatado, el mismo material con el que se crean las probetas de laboratorio. Su durabilidad y su mayor moldeabilidad frente a la técnica tradicional del vidrio soplado buscan conferir una mayor resistencia al porrón.
Con PorrónPompero, Héctor Serrano no sólo busca restablecer el uso del porrón como elemento cotidiano, sino también favorecer los usos sociales a los que está unido: la redoma implica una cultura del vino en el que el recipiente es pasado de mano en mano y el caldo es compartido.