Diseño, fabricación e ingenio suizo
En la última década el mobiliario de exterior ha dado un salto cualitativo considerable dando lugar a piezas con un vuelo estético, fondo conceptual y prestaciones de tal magnitud que, dejarlas a merced de los elementos, se antoja un verdadero crimen. Un buen ejemplo de esta suerte de fenómeno es Reversible, una interesante silla de jardín cuya apariencia sencilla esconde más de una sorpresa.
Obra del diseñador industrial suizo Nicola Stäubli, las Reversible se entienden desde la optimización de materiales y formas para ofrecer el máximo de configuraciones y posibilidades a sus usuarios. Una estructura tubular de acero inoxidable de 12,7 mm hace las veces de bastidor para que un solo pliegue —de un tejido retardante con propiedades antibacterianas e ignífugas (concebido por Creation Baumann)— solucione en un movimiento, respaldo y asiento. Brillante
Por supuesto, las Reversible no acaban aquí y consiguen hacen honor a su nombre. En un golpe de genialidad, Stäubli se decantó por anclajes telescópicos, esta —en apariencia— simple decisión, además de permitir montar y desmontar cada silla con una relativa rapidez y un almacenamiento eficiente, las dota de una «segunda personalidad». Efectivamente, con solo girar sobre su eje las patas traseras se consigue una inclinación notable y así, sin más, una silla se convierte en tumbona.
Por último y no por eso menos importante, los pliegues textiles pueden usarse por ambos lados. Lo dicho, reversible.