La resistencia y la durabilidad del cuero pueden ser aprovechadas para algo más que la fabricación de prendas y complementos de moda. El diseñador Inghua Ting propone el uso de cinturones desechados de piel curtida para la creación de un revestimiento que puede emplearse en suelos, paneles de pared y otras superficies planas.
Pavimento realizado con cinturones de cuero, Ting, 2011.
Ting es un estudio de diseño radicado en Londres y Los Ángeles. La empresa, especializada en artículos de lujo, fundamenta sus principios éticos en la sostenibilidad y el reciclaje de materiales usados.
El cuero, protagonista en gran parte de sus proyectos, adquiere una personalidad muy especial en su última propuesta, un revestimiento resultado de la unión de baldosas creadas a partir de cinturones viejos. Éste puede ser empleado tanto en paredes como en pavimentos y otras superficies planas.
Los losetas están disponibles en formato cuadrado y en dos tamaños diferentes: de 30 y de 45 centimetros de lado. Cada una de las piezas posee un espesor de 6 a 7 milímetros y la versión más pequeña pesa alrededor de 0,4 kilogramos.
Todas las losetas se realizan de manera artesanal, lo que garantiza su unicidad. En el proceso de fabricación, los cinturones son despojado de sus partes metálicas, remaches y costuras. Además, son lavados a mano con sustancias libres de componentes químicos, con el fin de garantizar su resistencia y conservar su color original.
En el caso de que un cliente quiera deshacerse de las losetas, Ting se ofrece para reciclar el cuero en la fabricación de nuevos productos. De esta manera pretenden asegurar una segunda y una tercera vida al material acorde al concepto de upcycling.