Un emprendimiento berlinés, un guiño cultural
La migración turca a Alemania comenzó hace 60 años con el acuerdo de contratación de «trabajadores invitados» en los tiempos de la posguerra. Y si bien para los nietos de muchos de ellos hoy Alemania es su hogar y además está lleno de intercambios culturales (basta pensar en el Döner Kebab , la comida oficial de los jóvenes berlineses), no fue y es un vínculo fácil.
Es por eso interesante, ver cómo a veces el diseño puede tender puentes. Este es el caso del novel emprendimiento Hello Turco (Hola turco) que desde su nombre y logo en un bello local en Prenzlauer Berg, el barrio más trendy de Berlín, busca empatizar.
Completan la apuesta otros condimentos claves. El proyecto como me gusta decir “bebe del origen para transpirar contemporaneidad” de un modo sustentable, otro valor indispensable por acá, ya que su creadora y diseñadora, Secil Arlat, estudió en Estambul y trabaja con artesanos tradicionales en el manejo del telar a quienes les encarga sus originales diseños. Es un producto icónico ya que las toallas turcas, también conocidas como peshtemals o toallas de hammam, han conquistado el mundo por sus múltiples virtudes.
“Cuando era niña me pasaba horas observando a mi abuelo artesano en su taller. Podía quedarme horas mirando la mesa de madera, el taburete, el delantal y la mesa de trabajo, con la ventaja de mi curiosidad infantil y mi baja estatura. Miraba con admiración y asombro la gracia de sus manos huesudas y de largos dedos que impregnaban todo lo que tocaban. Por eso hoy, mi emprendimiento, está inspirado en lo que me vino a la mente durante aquellos años. Mucho más tarde, me di cuenta de que mi abuelo, al que observaba con gran entusiasmo, también formaba parte de esta cultura artesanal que se perdió en Anatolia. Así, en cada peshtemal, cada cojín y cada bata, esta artesanía y tradición únicas se transfieren con cariño desde Anatolia al mundo”, adelanta Arlat. Y continúa: “Por eso mi motivación a la hora de fundar la marca fue llegar a mis propias raíces y realmente es el entusiasmo de esa niña que yace ahí. Como nombre, Turco simboliza nuestras raíces que como se sabe en la historia tiene algo de gente intrépida, beligerante, pero también sensibles. También con lo que significa para nosotros la palabra Anatolia, que es «colorido». Anatolia significa color. Los anatolios siempre han preferido los colores vivos. Lo llevaban en sus ropas y enseres, lo tejían en sus alfombras y lo utilizaban como tinte destilado de plantas. Anatolia significa unión, apoyarse mutuamente y llegar a estar juntos. Por supuesto, mi traslado a Alemania y especialmente a Berlín influyó en mi elección del nombre. En cierto sentido, puede pensarse que no sería un nombre fácil de aceptar. Pero esto es exactamente lo que quería hacer. Revelar los colores de esta cultura en voz alta, sin vacilar, incluso abrazándola al decir “Hola”. Hoy sigo teniendo el mismo entusiasmo y cuidado que el primer día. Me siento orgullosa y feliz cada día de formar parte de esta producción sostenible que hunde sus raíces en nuestra tradición y cultura anatolias”, relata.
Por último cuando se le pregunta por la fama de las toallas turcas Secil es contundente: “Al estar hechas de 100 por ciento algodón, secan al instante, son livianas y compactas, no se les pega la arena y son fáciles de lavar y transportar”.
Su plus además es que cumplen con todos los valores del Comercio Justo. “Trabajamos con una familia de maestros artesanos que lleva siglos tejiendo seda, lino y algodón de padres a hijos. En nuestras toallas sólo utilizamos el mejor algodón y lino ecológicos. Al abastecernos de estos materiales sin pesticidas ni fertilizantes sintéticos, contribuimos a un suelo más sano y a reducir la exposición a sustancias químicas. Además, estamos comprometidos con la conservación del agua en todo nuestro proceso de producción. Mediante la optimización de nuestros métodos de teñido y lavado y la aplicación de tecnologías de ahorro de agua, nos esforzamos por minimizar nuestro consumo de agua y promover una gestión responsable del agua”, remata.