Asimetría gala
La incontrolable explosión de la micromovilidad urbana ha servido como pretexto para que diseñadores de todo el mundo, pongan a prueba su creatividad y profesionalidad, para conseguir un producto que rompa, desde la estética o lo funcional, con la generosa oferta actual.
En este sentido, la apuesta del diseñador francés Gaëtan Francq, llega para sumar y por qué no, elevar el listón en el siempre competitivo ámbito del diseño de bicicletas de paseo.
Se trata de Loop, un llamativo rodado urbano que destaca por la atípica morfología de su cuadro: de una sola pieza recta, con un visible nodo en forma de lazo que sirve como ancla para el parante trasero.
La confección de este elemento por parte de Gaëtan y su equipo es todo un acierto, y no solo porque ha dotado al conjunto de una personalidad potente, sino también porque ha conseguido innovar estructuralmente en un producto que apenas ha registrado cambios en el último siglo.
Dejando de lado las prestaciones habituales en este nivel y tipo de rodados (frenos a discos, marchas, materiales de última generación, etcétera), el diseño de las horquillas es otro punto fuerte. Si llamarle «cuadro» a un tubo recto es poco preciso, llamarle horquilla a las piezas que sujetan las ruedas de Loop, también lo es. La trasera se ha solucionado con un disimulado apéndice del cuadro que no precisa contraparte. La delantera, más de lo mismo. Jugar con la asimetría es arriesgado pero en esta ocasión Francq acierta de lleno.
Como nota final habría que subrayar la prestación diferencial de Loop: la unidad de almacenamiento localizada en el eje «Y» de la composición. Se trata de un compartimiento menor, que aunque podría servir para guardar desde bolígrafos o móviles, Francq y su equipo lo crearon exclusivamente para guardar una botella de vino. «La bici ya no es excusa para llegar con las manos vacías», comenta el creativo galo acerca del extra bonus de su proyecto.