«Un tejado solar con un poder invisible» es cómo describen desde Tesla su nueva apuesta por la sostenibilidad. La compañía estadounidense, centrada hasta hace poco en el diseño, fabricación y venta de coches eléctricos, adquirió el pasado mes de agosto la empresa Solarcity, buscando adentrase en el sector del Hogar. Una solución estética, con una eficiente producción de electricidad, que dura más, aísla mejor y resulta más económica, con la que el inventor, físico y empresario sudafricano Elon Musk plantea una alternativa a las tradicionales placas solares que revolucionará el sector de las energías renovables. Simulando un tejado convencional, el Solar Roof de Tesla se compone de tejas con tres capas (de fuera hacia dentro: un vídrio templado de alta resistencia, una película de color que tamiza la luz, y las células fotovoltaica). Totalmente desapercibidas desde la calle, con una apariencia que cambia según el ángulo de visión y disponibles en cuatro diseños —Tuscan, Smooth, Textured y Slate—, las tejas son mucho más resistentes que las convencionales de terracota, arcilla o pizarra. Además, la batería que almacena la energía obtenida también ha sido actualizada a una nueva versión Powerwall 2, que duplica la potencia y capacidad de sus versiones anteriores.