¿Es posible beber agua mineral directamente del grifo?
Luego de un estudio sobre cómo las personas hacen uso de un recurso tan primario como el agua, un equipo de alumnos del IED Barcelona se planteó el siguiente interrogante: ¿Es posible beber agua mineral directamente del grifo? Con esta pregunta como disparador, comenzaron a trabajar en Stalactite, una solución sostenible diseñada para el hogar, que permite filtrar y dotar de minerales al agua que sale del grifo.
Cómo funciona
Se trata de un dispositivo integrado por 14 piezas que se ensamblan a presión y a través de encastres sencillos, con el objetivo de evitar el uso de tornillos o herramientas adicionales. Sujetas a distintos tiempos de duración, sus componentes están pensadas para ser recambiadas fácilmente y ofrecer, en conjunto, una vida útil promedio de 10 años.
La forma cónica de Stalactite hace referencia a las estalactitas y estalagmitas, fenómenos naturales originados por el agua. Por otra parte, la selección de los materiales utilizados para su elaboración buscó potenciar los atributos de proximidad e identidad. Propios de la región del Mediterráneo, el uso de terracota, corcho y nogal europeo, también ayuda a reforzar el carácter sostenible del producto.
En este sentido, Oriol Guimerá, coordinador del Master en Diseño Sostenible del IED, detalla: “Los materiales son claves en el diseño de producto sostenible. La proximidad, el mínimo impacto en su traslado, que sean reciclados, reciclables o biodegradables, y que puedan separarse entre sí, lo que llamamos diseño para el desensamblaje”. A su vez, resalta la importancia de que los acabados sean los mínimos y preferiblemente mecánicos, para evitar el agregado de químicos.
Los hábitos de consumo del agua
Como proyecto integral, Stalactite parte de una problemáticas concreta, relacionada con los hábitos de consumo del agua en el contexto urbano, para elaborar una solución desde un enfoque sostenible, durable y amigable con el medio ambiente en sus distintas instancias de ciclo de vida. Guimerá refuerza este paradigma al comentar: “Si intentamos aplicar la sostenibilidad a los sistemas lineales habituales (producción – uso – residuo) de manera no planificada, se convierte en un problema que suele impactar en los costes y en la calidad del producto diseñado”, y establece: “Si miramos la totalidad y con una perspectiva circular, la sostenibilidad —o aún mejor el diseño para la abundancia, como lo nombra William McDonough— se convierte en una oportunidad a todos los niveles. Desde eliminar la entrada de materiales tóxicos y peligrosos, a generar estrategias de negocio, ahorro de costes, fidelización y mayor satisfacción de clientes”.
Impacto ambiental
En el caso de Stalactite, con la finalidad de analizar el impacto ambiental que tendría el desarrollo, el equipo de alumnos comparó el desgaste del producto frente a la cantidad de botellas utilizadas para obtener 1480 litros de agua pura, en un periodo de 10 años. Los resultados arrojaron que, al cabo de ese tiempo, Stalactite habrá experimentado 20 recambios de filtro y 25 de mineralizantes, mientras que las botellas de agua habrán desperdiciado 30 kg de plástico y 36 kg de embalaje. Estos resultados, establecen que el proyecto contribuye a reducir 43% la huella de carbono.
De esta manera, Stalactite no solo permite a las personas acceder a agua de calidad, sino que también ayuda a reducir el impacto ambiental al presentar una alternativa al agua embotellada, a través de un diseño sostenible estratégico, que contempla las fases de producción, uso y desgaste.
NOTA: Stalactite, la alternativa al agua embotellada creada por alumnos del IED Barcelona, es un artículo escrito por Soledad Gherardi publicado en el número 79 de Experimenta. Puedes conseguir este número y muchos más en nuestra tienda online.