Huyendo de la estandarización industrial, el diseñador alemán Maximilian Schmahl ha creado para su editora Fifti-Fifti, Take-Off Light, una lámpara de suspensión con la que el cliente se convierte también en protagonista del resultado final. Gracias a las perforaciones de su pantalla, compuesta por dos láminas de papel caladas con un láser que dibuja diferentes motivos, Take-Off Light propone la intervención del usuario, que podrá no sólo montar la lámpara sino también decidir qué motivos agujerea y cómo dispone las dos piezas de papel entre sí.
Take-Off Light, Maximilian Schmahl para Fifti-Fifti, 2014.
El secreto de esta lámpara está en su pantalla, formada por dos láminas de papel que ofrecen un patrón de estampados realizados con láser, los cuales pueden ser perforados a voluntad del usuario. De esta forma, se puede decidir cuándo la luz pasa a través de la pantalla y cuándo no. Las perforaciones permiten desarrollar la creatividad de cada usuario y crear infinidad de formas luminosas, letras, figuras o motivos gráficos. Las láminas se pegan por medio de imanes a la estructura de metal, que el usuario ha montado previamente.
Maximilian Schmahl, responsable de la editora Fifti-Fifti, estudió en la Bauhaus University de Weimar. Además de trabajar como diseñador para otras compañías, cuyos productos saldrán a la luz el próximo año, ha creado Fifti-Fifti porque tiene la necesidad de involucrarse en todo el proceso de producción de los objetos que diseña. Pensando en diseñar piezas que se puedan producir con poco gasto y con escaso uso de la tecnología industrial, ha llegado a esta conclusión: “puedo producir los componentes y el cliente puede construirlo por sí mismo: lo hacemos fifti-fifti".
Para Maximilian Schmahl el nombre fifti-fifti proviene, por tanto, de su filosofía del diseño, que se fundamenta en una conexión entre los productos y el usuario. “Las personas necesitan objetos que puedan utilizar de una manera personal. Además, existe un vínculo emocional con las cosas que has hecho con tus propias manos”. Cómplice con esta idea de do it yourself , entiende, sin embargo, que hay productos que no se pueden construir totalmente en casa con un resultado final satisfactorio.
La idea de Take-Off Light le sobrevino a Schmahl mientras pensaba en la esencia de la luz y lo bonito que sería poder decidir cuándo la luz atraviesa la pantalla y cuándo no. A este pensamiento se unió su afición al bricolage y a montar objetos cuyas piezas vienen por separado.
De este modo, desde Fifti-Fifti se empezaron a hacer experimentos con el papel cortado con láser. Según el diseñador alemán, el papel es el material perfecto para este cometido y pone como ejemplo todos los embalajes que se pueden abrir mediante puntos perforados. Pero tuvo que pasar algún tiempo hasta que dio con la empresa adecuada para llevarlo a cabo: se trata de un trabajo muy meticuloso, ya que es una cuestión de décimas de milímetro hacer un patrón de puntos (o triángulos) que también se mantenga lo suficientemente fuerte como para convertirse en una pantalla. Finalmente, se ha conseguido y el resultado es Take-Off Light, una lámpara cuyo diseño final y proyección lumínica están decididos por el propio usuario.
Fifti-Fifti edita productos para diferentes áreas de la vida cotidiana. Diseña, produce y distribuye objetos que combinan una gran singularidad con una funcionalidad personal, a medida de las necesidades de cada usuario. Siguiendo estas premisas, la editora trabaja con pequeñas y medianas empresas, principalmente en Alemania. En el futuro, Fifti-Fifti seguirá centrándose en productos que el cliente pueda construir por su cuenta, tomando sus propias decisiones.