«Todo se hace a mano, respetando y desafiando los límites de la artesanía».
Como todos saben, desde tiempos inmemoriales la joyería tiene valor de talismán. Esto es, cargar de una energía especial a quien la porta. La diseñadora argentina Fernanda Sibilia trabaja de ese modo desde que se inició ya hace casi 30 años en la disciplina.
Lo hizo de forma se podría decir que casual, con un primer taller del que participó en el que se destacó de inmediato por su buena factura, y donde le sugirieron que sería muy bueno recibir formación formal. Carrera que realizó de un tirón en la Escuela Municipal de la Joya de la ciudad de Buenos Aires. Enseguida, luego de adquirir todas las técnicas tradicionales de los grandes maestros locales y participar y ganar concursos para jóvenes talentos, llegaría el amor a primera vista de su material por excelencia, el bronce, con el que desde 1996 realiza un sin fin de colecciones de joyería contemporánea y objetos para la casa donde traduce la cultura en piezas hechas a mano inspiradas en movimientos artísticos y arquitectónicos latinoamericanos. Además de trabajarlo como nadie, creando paletas de colores absolutamente sorprendentes y originales. Su sello único. Su ADN.
Como lo es también la vida de taller como el que tiene hoy en el emblemático barrio del Abasto. Trabajo en equipo donde nos cuenta se produce la magia: “Aquí tiene lugar todo el proceso, desde el boceto inicial hasta el embalaje final. Cada pieza se corta, se suelda, se pule, se pinta y se laca. Todo empieza con un alambre o una placa de bronce. Todo se hace a mano, respetando y desafiando los límites de la artesanía. Hay colores, pátinas, tratamientos, texturas y acabados que pueden combinarse para crear infinitas opciones”.
Procesos, rituales, a los que se fueron sumando distintos diseñadores y desde hace un tiempo a esta parte, un compañero único porque además es familia, su amado sobrino Julián (hijo de su hermana mayor) con el que son super cómplices y siguen construyendo la impresionante historia y trayectoria que muchos conocen. Básicamente desde el Sur del mundo, haber sido (y seguir siendo) pionera en conquistar mercados internacionales y estar absolutamente en todas las tiendas de los museos alrededor del globo -desde Guggenheim de Nueva York al Victoria & Albert de Londres.
Padres arquitectos que desde chica entrenaron su ojo a fuerza de paseos y bibliografía al alcance (“Cuando ellos dormían la siesta yo leía la revista Domus”, cuenta), además de su pasión por los viajes. Nutrición clave para su trabajo. Desde el iniciático a los 18, mochila en mano. con su hermana a Bolivia y Perú, luego con una amiga a México y Guatemala y los infinitos que siguieron hasta hoy con Fernando, su amor, compañero de vida y gran impulsor de su carrera ya que como buen experto en marketing y director de una reconocida agencia de branding, la incentivo de muy joven a realizar su primer viaje comercial a Nueva York, donde hasta el día de hoy participa de las ferias más importantes como actualmente Shoppe Object, entre muchas otras.
Es así como en estos días, mientras termina su bello catálogo 2025, ofrece sus talismanes contemporáneos cargados de significados como presentes ideales para regalar y regalarse en estas fiestas.
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