Mientras Penélope tejía y destejía para engañar a sus pretendientes y dilatar el tiempo en espera de Ulises, la diseñadora noruega Siren Elise Wilhelmsen se sirve de las agujas de lana para crear 365 Knitting Clock, un reloj donde un sistema de urdir lana –programado para tejer lentamente–, avanza al ritmo de las horas y las representa.
En vez de emplear manecillas o números, 365 Knitting Clock marca el paso de las horas mediante la realización de una labor en lana, una bufanda que requiere un año para ser acabada.
Además de servir como aparato de medición, este reloj desea poner de manifiesto el carácter del tiempo como magnitud física en constante cambio, en la que transcurren situaciones y se completan proyectos.
Cada media hora es tejido un punto, de los 48 necesarios para conseguir una vuelta completa, lo cual le exige un día. Al final de un año, el resultado es una bufanda de dos metros de longitud, y la madeja de lana debe de ser sustituida por una nueva. Este año que ha pasado se convierte así en un recuerdo palpable, y el reloj inicia una nueva labor que tardará otro año en completar.
Inspirado en el tradicional reloj de cuco, está realizado en lana, madera y material acrílico. Presentado en DMY International Design Festival Berlin, 100% Norway y 100% Design London, ha sido reconocido con el primer premio al talento de Time to Design, Copenhagen.