Estructuras y patrones de los textiles tradicionales mexicanos como fuente de inspiración
La arquitecta y diseñadora danesa Else-Rikke Bruun firma un ingenioso y sofisticado separador de ambientes en el que se conjugan técnicas, materiales e inspiraciones, para componer una pieza diferencial y sumamente funcional. Textile Veneer, como ha sido bautizado, está producido en contrachapado de abedul de 3 mm de espesor (habitualmente usado en el aeromodelismo ) y, a pesar de sus generosas dimensiones, 150 x 145 x 20cm, no precisa ningún tipo de herraje metálico o herramientas para montaje.
Más allá de su arrollador aspecto, sin lugar a dudas la clave de la propuesta de Bruun es su condición modular: nueve listones curvilíneos dispuestos horizontalmente que, gracias a una serie de muescas y hendiduras ubicadas estratégicamente, son capaces de engarzarse unos con otros, creado una especie de tejido, que aunque rígido, ofrece un clara sensación de movimiento.
«Textile Veneer está inspirado en las estructuras y patrones de los textiles tradicionales mexicanos. Las capas que lo conforman insinúan un movimiento ondulatorio que consiguen crear espacios negativos dentro de la estructura general», comenta Else-Rikke Bruun desde su estudio en la ciudad de Copenhague.