Una butaca cómoda, suave, mullida y cálida
El estudio valenciano Nadadora presenta el sillón Tortuga, una pieza creada para ser una recompensa para sus usuarios. Inspirado en el longevo animal, el cuerpo del sillón es «un caparazón que nos abraza». Según los responsables del estudio, se trata de una butaca cómoda, suave, mullida y cálida. Además, la butaca es giratoria, sin duda una declaración de las intenciones de los creativos.
La butaca está realizada en espuma de poliuretano inyectada con estructura y las patas están hechas de madera y metal. La colección se completa con una serie de pufs y mesitas auxiliares realizadas también en madera.
El proyecto nació bajo la premisa de crear un sillón cuya principal prioridad fuese el confort, un objeto que intentase representar aquello que soñamos de camino a casa. La simpleza formal del diseño se desprende de la filosofía sosegada de Nadadora, un estudio que viene desarrollando proyectos duraderos y de calidad desde 2006. Estos atributos hacen de Tortuga una experiencia de diseño y comodidad única.
Bonito diseño, su forma evoca a un nido.