Violeta Alcaide Weishaupt y Manel Jiménez Ibáñez para Diabla
El diseño animal ha abandonado hace tiempo su estatus de «experiencia aislada» para asentarse definitivamente en las agendas de diseñadores de todo el mundo. La caseta para perros con terror a los fuegos artificiales que Ford desarrolló recientemente o la colección de mobiliario para perros y gatos de IKEA, son apenas algunos ejemplos de cómo verdaderos gigantes de la industria han apostado por la inclusión activa y definitiva de las mascotas en los hogares y su ecosistema mobiliario.
Los arquitectos españoles Violeta Alcaide Weishaupt y Manel Jiménez Ibáñez han diseñado para Diabla una caseta para mascotas que puede utilizarse, gracias a los materiales empleados y su apariencia, tanto dentro como fuera de la vivienda.
La estructura de Touffu, seguramente el aspecto más destacable, ha sido ideada de manera que los paneles que la conforman se encajen unos con otros mediante un sistema de ranuras, éstos permiten que se ensamblen y a la vez se soporten entre sí sin necesidad de tornillería. «Este tipo de acoplamiento por presión y sin necesidad de elementos adicionales de ensamblaje es todo un arte en la carpintería tradicional japonesa, muy empleado en particular en la construcción de estructuras arquitectónicas», comentan sus creadores.
Disponible en tres colores (rojo, blanco y negro) y dos medidas, una para animales más grandes y otra para mascotas de menor tamaño, la caseta cuenta también con un cojín forrado de un tejido desenfundable para que pueda lavarse fácilmente.