El ascendente precio del suelo y la cada vez mayor población de las grandes ciudades lleva generando desde hace tiempo un cambio en nuestra forma de ocupar el planeta. Un nuevo modelo de crecimiento vertical, con edificios cada vez más altos y de más difícil acceso, que paradójicamente alojan a una sociedad cada vez más envejecida. Una situación a la que el equipo internacional de diseñadores, ingenieros, arquitectos e investigadores que componen Rombout Frieling Lab han querido dar solución con VertiWalk. «Las comunicaciones de los edificios de gran altura no son tan ‘obvias’ como muchos piensan: las escaleras se convierten en lugares poco atractivos para muchos según se va ganando altura, y los ascensores nos privan de ejercicio diario y son caros de instalar» explican los responsables de esta iniciativa. Su propuesta, que invita al usuario a ‘caminar en vertical’ entre las distintas plantas del edificio, aprovecha el movimiento del cuerpo humano y los materiales sin necesidad alguna de energía externa, y requiere mucho menos esfuerzo que subir escaleras. El prototipo, que además de ocupar mucho menos espacio resulta mucho más económico que una escalera o ascensor convencional, fue probado con éxito entre una amplia gama de usuarios de muy distintas edades y condiciones físicas.