Los materiales y la atemporalidad, las bases del proyecto
Para un estudio de arquitectura, diseñar su propia sede suele ser todo un reto. El proyecto arquitectónico del local en Madrid de Zooco debía responder a dos necesidades fundamentales para los responsables de este estudio de arquitectura: conseguir un lugar de trabajo cómodo y funcional. El estudio se encuentra ubicado en una finca típica del Madrid de los años 20, un piso de 140m2 que había sufrido diversas intervenciones a lo largo de las décadas. Para empezar con el proyecto, se tiran paredes y se genera un espacio fluido en el que todas las estancias se comunican. Se pican las diversas capas de pintura de paredes y techos hasta dejar al descubierto el yeso que los cubre, y se respetan las carpinterías de madera y las molduras originales. En el caso del suelo, se conservan los suelos originales y se descubren suelos hidráulicos soterrados bajo numerosas capas. Las instalaciones se dejan al descubierto mediante un sistema visto de tubos y candilejas retroiluminadas que se adaptan al espacio sin modificarlo, de manera que se respeta la estética y la autenticidad del espacio a la vez que se celebra el paso del tiempo.