El diseñador y arquitecto italiano afincado en Shanghai, Alberto Caiola, es el responsable del diseño de Fumi Coffee, una local para disfrutar del café en la ciudad china. La pieza central del espacio es un escultural techo ondulado de color oscuro que simula los vapores y aromas del café, y que se extiende incluso más allá de la fachada, creando una zona cubierta en la parte exterior del local. Las paredes son de obra vista, pintadas en blanco para reflejar mejor la luz natural, y construidas con ladrillos shikumen, tradicionalmente usados en las construcciones de principio de siglo en Shanghai. La fachada principal es un enorme ventanal de doble plegado que, gracias a su gran marco, encuadra a los clientes tanto dentro como fuera del local. El mobiliario interior lo componen una gran mesa común y una barra con taburetes, todo con acabado reflectante para potenciar la ilusión de amplitud del espacio. Además del protagonismo del escultural techo, destaca también la instalación de icónicas cafeteras Moka, que se ve amplificada gracias al enorme espejo situado en la pared opuesta.