47 metros cuadrados para Oriente y Occidente
Lim + Lu, el joven estudio multidisplinar nacido en Nueva York y con sede en Hong Kong, compuesto por Elaine Lu y Vincent Lim, es el autor del restaurante Kasa, situado en el centro de la gran urbe china. Un pequeño establecimiento, de tan sólo 47 metros cuadrados, que ofrece comida de fusión saludable, que además se puede llevar. Para este trabajo, los diseñadores se han inspirado en ideas y tradiciones profundamente enraizadas en la cultura y vida de Hong Kong, como los ‘mercados mojados’, cuyo nombre procede de la costumbre de mojar y limpiar rutinariamente su suelo con agua, hasta llegar incluso a inundarlo; las calles llenas de luces de neón o los ‘Cha Chaan Teng’, restaurantes tradicionales que sirven té para beber.
Mercados mojados
Para reproducir la estética de los ‘mercados mojados’, los diseñadores han colgado lámparas que hacen referencia a la estética de estos lugares, caracterizados por los productos frescos que se venden en su interior. «El deseo del propietario, de ofrecer productos frescos y saludables a sus clientes, nos remitió de inmediato a estos mercados, donde todos los alimentos que se venden tienen estas cualidades» cuentan Elaine y Vincent. Un cartel led sobre la cocina, con el lema ‘Comer sano’ escrito en chino, traslada al visitante a las calles de Hong Kong, plagadas por tubos fluorescentes y neones, convertidos ya en parte del ADN de la ciudad. El proceso de diseño llevó también a Lim + Lu a analizar los ‘mercados mojados», que caracterizados por sus bancos, espejos y revestimientos cerámicos, dan lugar a un interiorismo joven y fresco dominado por el rosa y el verde.
Nacidos en Oriente y educados en Occidente
Nacidos en Oriente y educados en Occidente, Elaine Lu y Vincent Lim consideran el equilibrio entre ambas culturas vital en todos sus proyectos. «En Kasa hemos tratado de combinar la estética vernácula oriental con un toque occidental, trasladando el concepto de cocina de fusión al interiorismo, y haciendo del diseño una personificación del menú» señalan los diseñadores. Una yuxtaposición de materiales y elementos de diseño, que combina piezas de las dos culturas. Además, y para apoyar la función principal del restaurante, de venta de comida para llevar, se ha maximizado la superficie del escaparate a través de puertas plegables que pueden abrirse completamente y convertir el interior en una extensión del exterior. Dentro, el cliente tiene la sensación de seguir en la calle, con ventanas en las fachadas interiores que permiten el voyeurismo y difuminan el límite entre dentro y fuera.