Tres ambientes radicalmente distintos unidos para una experiencia de usuario única
Masquespacio, el galardonado estudio valenciano fundado y dirigido por Ana Milena Hernández Palacios y Christophe Penasse, firma Bun, un impactante establecimiento gastronómico de 120 m2 en el corazón de Turín que, desde una arriesgada apuesta por el color y la dramatización de los ambientes, se ha conseguido marcar la diferencia y aportar verdadero valor a la marca a través de una experiencia de usuario única.
La propuesta del equipo creativo a cargo de la cuenta se construye a partir de las tres aberturas principales de la fachada, cada una de ellas dan pie a un espacio completamente diferente del siguiente. “La idea de jugar con un color para cada ventana era crea un efecto visual interesante, hacer que el espectador desde el exterior, camine de un mundo visual al otro, ‘viajando’ a través de diferentes experiencias en un mismo restaurante”, comentan responsables del proyecto.
Por supuesto, de los tres sectores, el más potente es el ‘apiscinado’. Efectivamente, los de Masquespacio compusieron un brutal espacio en clave piscina que como poco, no deja indiferente a nadie. En un omnipresente azul mar, con azulejos de ribetes negros y un logrado cielo raso reflectante, este ambiente es, sin lugar a dudas, el reclamo por excelencia del local turinés.
La propuesta se completa con un mobiliario a la altura. Espacial atención a los taburetes de tres patas en clave Memphis, deliciosos. «Somos personas apasionadas a las que les gusta afrontar nuevos retos y afrontar cada nuevo proyecto con ilusión y ganas de dar lo mejor de nosotros. Buscamos la autenticidad, trabajando en estrecha colaboración con nuestros clientes con el objetivo de crear una experiencia única para el usuario de su producto o establecimiento».
