Interiorismo contemporáneo y la vez atemporal
Mextizo, situado en pleno centro de Barcelona, es un restaurante que fusiona la gastronomía mexicana y la mediterránea. El interiorismo del local, obra de Capella Garcia Arquitectura, busca reflejar esa identidad singular mediante un interiorismo contemporáneo y la vez atemporal.
Mextizo es el proyecto gastronómico del chef español Adrián Marín y el grupo empresarial mexicano García López para aunar sus experiencias de restauración en Barcelona y en México DF respectivamente. La oferta gastronómica va desde la tradición taquera mexicana hasta los arroces y brasas mediterráneos. Un concepto culinario singular que buscaba verse reflejado también en el diseño del local.
El restaurante se distribuye en diversas zonas diseñadas para cubrir distintos momentos del día. Nada más entrar, el local ofrece una zona semiexterior con un suelo de pavimento hidráulico en tonos grises a modo de alfombra de transición entre la acera y el interior. En el techo aparece la primera X del espacio, letra que representa el leitmotiv de Mextizo, y que está presente no solo en el nombre, sino en muchos otros elementos de la decoración del local como son tiradores de puertas, tapicería o franjas del pavimento. Una referencia más a ese cruce de culturas que simboliza el restaurante.
Una vez superada la entrada del local, a la izquierda se encuentra la zona del bar, con un sobre de barra pétreo de color oscuro y frontal de listones de madera. Enfrente, un conjunto de mesas altas junto a los enormes ventanales, que sirven para comunicar el espacio con el exterior y permitir la entrada de luz natural. Materiales como el mármol blanco, la madera de roble y el latón revisten tanto el mobiliario como el pavimento. En el lado derecho, una zona de sofás garantiza algo más de privacidad.
Una de las protagonistas del interiorismo del local es la cortina de madera que se extiende a lo largo de todo el pasillo que une la zona de entrada y el interior del restaurante. Se trata de una cortina formada por medios cilindros de roble que, mediante estratégicas aberturas, permite al cliente observar zonas que habitualmente no se ven, como puede ser la cocina o zonas privadas del servicio. Por su parte, en el suelo se entremezclan progresivamente el pavimento cerámico del bar y la madera de roble fumé que reviste el pavimento de todo el comedor.
Al fondo del pasillo se encuentra el comedor principal, divido también por zonas, y el jardín interior de manzana, presidido por una enorme X que gana protagonismo al iluminarse por la noche. Las paredes del comedor están revestidas con textiles en colores naturales, y el techo está forrado con placas de madera de roble perforadas, que aseguran un efecto acústico absorbente.
En el centro del comedor se sitúa una isla con una bancada perimetral que alberga diversas mesas que pueden unirse o separarse para flexibilizar su uso. La bancada está tapizada en negro, gris y blanco con motivos en X. Del centro del techo pende una estructura iluminada a modo de árbol invertido con plataformas que permiten acoger plantas colgantes.
Alrededor de la isla se sitúan diversas zonas de mesas, así como una cocina abierta. Separadores de madera y cortinas —metálicas y de tela— se adaptan a las diferentes necesidades, garantizando mayor grado de privacidad si fuera necesario. La iluminación se ha resuelto con un sistema de ledes donde cada uno está programado para conformar distintos ambientes en función del momento del día.
Cuidado al publicar!!! el 3D hace daño, habría que ver el trabajo final!!!. Nos mantendréis informados????