Nubes de caramelos y selfies
FormRoom, el estudio de interiorismo británico dirigido por Nina Constantin, ha sido el encargado del diseño de Milk Train, una heladería ubicada en el barrio de Covent Garden, en el extremo oeste de la capital inglesa, famoso por su oferta en materia de ocio y cultura.
El trabajo del equipo creativo de FormRoom debía vertebrarse en cuatro conceptos fundamentales: surrealismo, atemporalidad, regionalismo e inmersividad. A estas directrices se le sumaba un particular pedido: el local debía ser «instagrameable». Esta nueva cualidad —cada vez más presente en los briefings de creativos de todo el mundo—, lejos de ser un capricho, se argumentaba en el convencimiento de que el éxito inicial y desmesurado de Milk Train, tenía su origen en las redes sociales, concretamente en Instagram.
De esta forma, el equipo de Nina Constantin desarrolló un espacio que, con el art déco como hilo conductor, y la incorporación de elementos propios del folclore ferroviario británico, no solo cumple con las obligaciones marcadas por el cliente, sino que contribuye con el paisaje urbano de Covent Garden. «El objetivo principal era crear un espacio que se adaptara fácilmente a todas las tendencias sin desviarse de sus productos estrella y la identidad de la marca. También era importante tener en cuenta el volumen de clientes debido a su gran popularidad, por lo que debíamos crear un espacio lo suficientemente cómodo para disfrutar el momento pero que evitara las permanencias excesivas», comentan desde el estudio.
Este nuevo trabajo de FormRoom, que acaba de ser premiado en la última de edición de los Restaurant & Bar Design Awards, es un buen ejemplo de los nuevos escenarios a los que un diseñador debe enfrentarse día a día, escenarios marcados por la tecnología y nuevos comportamientos sociales.
