En pleno barrio de Palermo Chico en Buenos Aires (Argentina), frente a la Plaza Alemania y rodeada de imponentes edificios residenciales, se levanta Casa Cavia. Una mansión histórica de 1929, vestigio de las elegantes residencias que una vez poblaron la zona, en la que se funden el diseño original, obra del arquitecto Alejandro Christophersen, y la reciente intervención del estudio de arquitectura y diseño con sede en Londres y San Francisco, Kallos Turin.
Entrada. Casa Cavia, Kallos Turin, 2015. © Juan Hitters
Entrada. Casa Cavia, Kallos Turin, 2015. © Juan Hitters
El proyecto, que incluye un café, una editorial, una perfumería, una floristería y un patio ajardinado, restaura la casa histórica preexistente e introduce elementos de diseño moderno como contrapunto al espacio original; con materiales como el mármol blanco y verde, el bronce, espejos envejecidos, cuero y suelos de terrazo, en homenaje a las villas y restaurantes que durante las décadas de 1920 y 1930 dominaron las calles de París y Buenos Aires.
Librería. Casa Cavia, Kallos Turin, 2015. © Juan Hitters
Librería. Casa Cavia, Kallos Turin, 2015. © Juan Hitters
En la intervención cobra especial protagonismo el patio ajardinado, que se concibe como un campo sembrado de exuberantes plantaciones en color verde oscuro, con plataformas de terrazo entre ellas donde se sitúan las zonas de descanso y circulación. Un espacio que los arquitectos conciben como un jardín urbano el cual, rodeado de edificios altos, se convierte en una habitación más de una casa, con un diseño dominado por los elementos verticales y la piscina que, elevada en el centro del jardín, refleja el cielo y el paisaje que la rodea.
Jardín. Casa Cavia, Kallos Turin, 2015. © Juan Hitters
Jardín. Casa Cavia, Kallos Turin, 2015. © Juan Hitters
La disposición de los espacios interiores hace referencia a su origen como residencia privada, con habitaciones separadas que Kallos Turin conserva en su intervención. Resultado de ello son las cuatro estancias independientes que forman el café: el pasaje de acceso, originalmente utilizado sólo para la circulación y transformado ahora en un espacio dinámico que alberga muestras y exposiciones; la recepción, amplia, luminosa y con vistas al jardín; el salón, oscuro y más “formal”; y la biblioteca, que hace referencia tanto a las salas de lectura privadas de las casas de la época original, como a la nueva editorial de la planta superior.
Restaurante. Casa Cavia, Kallos Turin, 2015. © Juan Hitters
Restaurante. Casa Cavia, Kallos Turin, 2015. © Juan Hitters
Situados en el extremo opuesto del jardín, los espacios de venta quedan alojados en una estructura más moderna, que se abre al jardín a través de generosas cristaleras y en la que se mantienen los mismos materiales, con paredes oscuras que contrastan con una iluminación que intencionadamente dirige la mirada de los visitantes hacia los objetos en exposición. En la perfumería, una mesa central de cuero verde iluminado muestra los perfumes, mientras estanterías de madera ponen de relieve las coloridas flores de la floristería.
Restaurante. Casa Cavia, Kallos Turin, 2015. © Juan Hitters
“Cuando se trabaja sobre la obra de un arquitecto tan prestigioso siempre se aprende algo nuevo para futuros proyectos”, afirma Kallos, que destaca el papel del nuevo volumen, una intervención pequeña pero elegante dentro de un edificio preexistente que materializa una hermosa metáfora.
Fachada. Casa Cavia, Kallos Turin, 2015. © Juan Hitters
Proyecto: Casa Cavia
Localización: Buenos Aires (Argentina)
Arquitecto: Kallos Turin
Arquitecto local: Mercer Seward Arquitectos
Iluminación: George Sexton Associates
Paisajismo: Bulla Paisajismo
Contratista: Progorod S.A.
Contratista de equipamiento interior: Gorza y Cia
Fotógrafo: Juan Hitters