Formas volumétricas y materiales nobles
Propietarios de ocho restaurantes en toda España, a comienzos de este año, el Grupo gastronómico Saona abrió las puertas de una nueva sucursal de Tagomago, el cuarto establecimiento de la firma en Madrid. Situado en el barrio de Salamanca, Tagomago debía diferenciarse del resto de los locales del grupo en la ciudad, a partir del desarrollo de un concepto urbano, cosmopolita y sofisticado, que no perdiera la calidez de la esencia mediterránea de la firma, y que otorgara protagonismo a la coctelería.
Para lograrlo, el estudio Tarruella Trenchs ha elegido trabajar con materiales nobles y cálidos, modelados en formas volumétricas y escultóricas que representaran la composición de los espacios mediterráneos característicos de los años 70. Sobre una superficie de 140 m2, el local dispone de una zona lounge cercana a la entrada, una barra central elaborada con volúmenes de madera maciza, y una zona de mesas centrales o comunitarios, junto a otras mesas con bancos que dan a la fachada, donde las ventanas se convierten en escaparates para elementos cerámicos visibles desde el exterior.
Detrás de la barra, un paramento en yeso llega hasta el final del restaurante, jugando con el lleno-vacío de hornacinas de cantos redondeados que resaltan un fondo retroiluminado, al mismo tiempo que permite integrar la bodega, la exposición de productos y el almacenaje de vajilla. La continuidad del diseño ha sido dada por la unificación de los revestimientos. La extensión del piso en cemento oscuro, es interrumpida por decorativas alfombras, mientras que las paredes pintadas a la cal, combinan con la calidez del mobiliario en madera y los tapizados.
“El diseño de los elementos más destacados del espacio se ha creado siguiendo las directrices del cliente, pensando en suavizar las formas y sofisticar el ambiente. Nos tomamos cada proyecto como un nuevo reto, interpretando las necesidades del cliente, mirando al futuro pero revisando y respetando el pasado. Nuestro trabajo se basa en el conocimiento de los procesos tradicionales, la cultura del diseño, pero también en el estudio de nuevas soluciones”, expresan desde el Tarruella Trenchs Studio.