En un mundo donde la velocidad de nuestros smartphones crece exponencialmente cada año, hablar de un sistema de comunicación basado en globos de helio puede resultar anacrónico. Attachment, del diseñador suizo David Colombini, se concibe como un acto de rebeldía, un gesto poético que reivindica la sorpresa y el azar en el proceso comunicativo.
Attachment, David Colombini, 2014.
Attachment nace de una idea sencilla: lanzar poesía a la estratosfera. Esta máquina, a caballo entre un robot del siglo XXI y un artefacto para naúfragos del aire, imprime textos breves en hojas A6 que se introduce en cápsulas biodegradables y que se sueltan en el cielo gracias a globos de helio. El mensaje viaja a la intemperie atravesando montañas y océanos hasta recaer en las manos de un receptor casual.
Funcionamiento, Attachment, David Colombini, 2014.
Su responsable es David Colombini, un diseñador suizo interesado en nuevas tecnologías, robótica y comunicación. Aunque actualmente trabaja para el estudio de Herzog & de Meuron en su departamento de tecnología digital, David encuentra tiempo para desarrollar sus propios trabajos personales.
El proyecto, concebido como trabajo final de carrera para la Universidad de Arte y Diseño de Lausanne, explora nuevas vías de comunicación en un mundo que avanza hacia la conexión total. "La idea básica era tomar posición frente al uso actual de las tecnologías inteligentes por medio de un concepto poético", explica el diseñador suizo. "Hemos querido usar las tecnologías que nos permiten comunicarnos a día de hoy de un modo distinto y redescubrir la expectación, el azar, lo inesperado".
El artefacto se construye a partir de la combinación de tecnologías de muy diversa índole. Un procesador Arduino se encarga de suministrar las instrucciones a los distintos engranajes de la máquina, entre los cuales válvulas, cilindros, motores e inyectores. Conectados a ellos encontramos además una impresora, un pequeño panel solar y una máquina de inflar globos con helio. Este ecosistema de dispositivos convierte a Attachment en una suerte de máquina de Rude Goldberg, un extraño artefacto en el que conviven el low-tech con el high-tech.
Colombini ha ideado también un sitio web que sirve como interfaz para enviar los mensajes a la máquina. El usuario no tiene más que introducir el texto deseado en el formulario de la página, que lo enviará inmediatamente al artefacto físico. La web también permite mandar imágenes o videos, que pueden ser abiertos gracias a un código impreso que el receptor debe insertar en la web. El sitio incluye además un mapa en el que se localiza la posición del globo, lo que permite cartografiar el alcance de los mensajes.
Attachment ha sido sufragado gracias a una campaña de crowfunding lanzada desde la plataforma suiza wemakeit.ch. El proyecto cerró su etapa de financiación en junio de 2014 con una recaudación total de 2.500 euros.