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Big Bang Data, explosión de datos en el CCCB

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Big Bang Data es un proyecto que se adentra en el fenómeno de la explosión de datos en el que estamos inmersos, desde las artes, la política, la investigación, la innovación y la participación. Comisariada por Olga Subirós y José Luis de Vicente, se presenta en el CCCB (Centre de Cultura Contemporánia de Barcelona) de mayo a octubre de 2014 y, más tarde, en el Espacio Fundación Telefónica de Madrid entre febrero y mayo de 2015.

 

Big bang data, Olga Subirós y José Luis de Vicente. CCCB de Barcelona, 2014.

En un espacio infinito los datos caen precipitados, como pálpitos, signos o cuentas. Algunos centellean hasta perderse para siempre y otros se fijan en la memoria y hacen historia. El siglo XXI es tal en tanto que al conocimiento lo remplaza la información. La obra de unos pocos desaparece y cada hombre que actúa en las redes se convierte en un posible hacedor de datos. La clave está, ahora, en tener ojo para distinguir entre los datos desechables y los imprescindibles.

Big bang data, Olga Subirós y José Luis de Vicente. CCCB de Barcelona, 2014. 

Big bang data, Olga Subirós y José Luis de Vicente. CCCB de Barcelona, 2014. 

La exposición Big Bang Data, que tiene lugar en el CCCB de Barcelona de mayo a octubre de 2014, indaga precisamente en los misterios ocultos de la Nube, así es como se conoce al servicio almacenador de datos a nivel mundial. Y a pesar de lo que el nombre sugiere, este espacio poco tiene de intangible y ligero. Se trata, más bien, de una industria pesada cuyos dueños permanecen encriptados, así como desvelan los casos de Wikileaks y Snowden.

Big bang data, Olga Subirós y José Luis de Vicente. CCCB de Barcelona, 2014. 

Esta muestra ambiciosa se pregunta sobre el valor de la explosión de la información, origen de una nueva era, que desde los años sesenta inunda el planeta. En la cultura virtual del siglo XXI la subjetividad se doblega entre quién está tras la pantalla y quién aparece en la pantalla. Las personas se hacen a sí mismas. También permite la conexión a tiempo real entre puntos alejadísimos del mundo: el contacto es constante y la soledad fugitiva. Por otro lado, la realidad contemporánea presume de objetividad, al ser la codificación de datos la fuente de saber. La pregunta que se plantea ahora es: ¿Qué podemos predecir después de haber leído con atención los datos? Y con éstos, los software para gobernar las ciudades y para pararle los pies al cambio climático. Las CCTV y los dispositivos que miden el nivel de contaminación de las ciudades son tan sólo un ejemplo. Pero esta muestra no evita las precauciones ni se pierde en idolatrías a las nuevas tecnologías: parte de la presunción de que los datos son algo que alguien produce, frente a creencias populares que sueñan con que se recojan de la atmósfera o que nazcan en la tierra como hongos. Y plantea el riesgo, por lo tanto, de que los datos codificados no tengan dicho carácter objetivo –Quis custodiet ipsos custodes?–  y de que no sean controlables o, por lo menos, no por un control democrático.

Big bang data, Olga Subirós y José Luis de Vicente. CCCB de Barcelona, 2014. 

Big bang data, Olga Subirós y José Luis de Vicente. CCCB de Barcelona, 2014. 

Fotografías, videos e infraestructuras de todo tipo compartirán el espacio con talleres, hackathons, programas educativos, así como con encuentros de comunidades locales internacionales, en una exposición que se espera multiforme. El reto será el de hacer teoría de una época en la que domina la práctica. Preguntarse si al igual que frente a la subida del nivel del mar por el calentamiento global que inunda la tierra, el hombre podrá sobrevivir al tsunami de la era virtual.


Big bang data, Olga Subirós y José Luis de Vicente. CCCB de Barcelona, 2014. 

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