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Coleoptera, un nuevo material a partir de caparazones de escarabajos

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Aagje Hoekstra ha creado Coleoptera, un material biodegradable fabricado a partir de caparazones de escarabajos muertos prensados, con el que la diseñadora holandesa quiere demostrar que hay vida después de la muerte de estos insectos.

Coleoptera, Aagje Hoekstra, 2015. 

La arraigada tradición de los Países Bajos por la cría de gusanos de la harina para la industria de la alimentación animal, y el biomimetismo, disciplina que trata de buscar soluciones tecnológicas inspiradas en los diseños de la naturaleza, han sido los puntos de partida de este proyecto. Una iniciativa con la que Aargje Hoekstra comenzó a cultivar estos insectos que, una vez transformados en escarabajos, mueren al poner sus huevos.


 Coleoptera, Aagje Hoekstra, 2015.

Tras analizar los caparazones, la diseñadora encontró quitina en ellos, el segundo polímero natural más común tras la celulosa, que podría servir como reemplazo para los polímeros sintéticos derivados del petróleo y que ella, ya en el laboratorio, transforma en quitosano, otro polímero natural más fácilmente manipulable gracias a su composición molecular, con el que fabrica la Coleoptera.


Coleoptera, Aagje Hoekstra, 2015.

Además de exhibir algunas de las propiedades menos conocidas de polímeros naturales y materiales de deshecho, este bioplástico da a los escarabajos una segunda vida, en la que el diseño se convierte en su nueva función. Un material único en el que arte y ciencia se dan la mano, fuerte, flexible y fino como el papel, con formas y colores varios, y las siluetas de los insectos aún visibles en él; que ya se usa para fabricar objetos ligeros y de joyería, y sobre el que Aagje continúa investigando en busca de nuevas aplicaciones funcionales.

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