Kathy Ludwig concibe objetos vívidos, cuyo empleo desencadena experiencias físicas a la vez que demanda la interacción con la propia persona y su entorno social. La galería de París BSL presenta Hosting Parasites, una colección de piezas que interrogan sobre el componente simbiótico o parasitario inherente a toda relación humana.
Hosting Parasites, Kathy Ludwig, 2011.
Kathy Ludwig pertenece a una generación de creadores que sitúan su obra y reflexión en la frontera entre el arte y el diseño. Diplomada por la Design Academy de Eindhoven en 2009, la diseñadora de origen alemán toma al ser humano, y a la relación que entabla consigo y sus iguales en la sociedad contemporánea, como eje central de su trabajo.
Ludwing define Hosting Parasites como unos objetos intrigantes, seductores, e incluso repulsivos, que suscitan sentimientos contradictorios y provocadores. La interacción de estos elementos con el cuerpo se hace tangible en marcas y hematomas que configuran una escultura viva.
A modo de sanguijuelas, cuatro ventosas de cristal y látex materializan el aspecto vampírico de toda relación, dejando una marca como trazo efímero.
Una segunda serie de Hosting Parasites la forman cuatro piezas de porcelana blanca, inspiradas en los parásitos que se deslizan bajo la piel. Atados sobre brazos, dedos o el tronco con hilos de plata, las criaturas dejan sobre la piel una huella temporal.
La tercera serie está formada por piezas textiles de color y aspecto cercanos al de la piel. Como pequeñas imitaciones corporales, Hosting Parasites es un organismo que se funde y convierte en una continuación de nuestros dedos y manos.
