Solar Roadways nace de la mano de Scott Brusaw, un ingeniero estadounidense residente en Sandpoint, en el estado de Idaho. El proyecto, que propone el uso de paneles solares como pavimento para carreteras, busca actualmente financiación en la plataforma de crowdfunding Indiegogo. El objetivo, proveer a la ciudadanía de una fuente de energía barata, limpia y autosuficiente.
Tras casi diez años de desarrollo y una campaña de crowdfunding que le ha llevado a recaudar más de dos millones de euros, Scott y su esposa Julie Brusaw han abierto una nueva ronda de financiación en Indiegogo. En esta ocasión, el dinero servirá para continuar con el desarrollo de la tecnología e implementar su uso en espacios reales, como aparcamientos públicos y paseos peatonales.
Solar Roadways está compuesto por paneles individuales de 50 kilogramos de peso. Su forma hexagonal permite su instalación en casi cualquier topografía, pero también la reparación de los paneles en caso de avería o rotura. De igual modo, la modularidad del sistema posibilita la descentralización del sistema energético, haciendo de cada unidad una fuente de energía independiente.
Cada una de las placas solares está fabricada a partir de tres estratos distintos. En la capa superior, un grueso cristal protege los paneles de la circulación de coches y camiones, soportando hasta 113 toneladas de peso. Este material, fabricado con vidrio reciclado, ha sido diseñado para resistir impactos fuertes, asegurar la tracción de los vehículos y evitar la aparición de baches o grietas.
Debajo del cristal descansa un circuito eléctrico donde se recoge y almacena la energía solar. Este sistema dispone también de 128 leds que funcionan como sistema de señalización lumínica inteligente, permitiendo que los dibujos de la carretera se modifiquen en función de las necesidades de circulación. El circuito contiene además un microprocesador que avisa al sistema en el caso de avería o mal funcionamiento de los módulos.
La última capa de los hexágonos consiste en un emisor que calienta los paneles para protegerlos del frío o la nieve, preservando los circuitos y evitando derrapes en carreteras heladas. Solar Roadways incluye dentro del subsuelo una tubería cuyo cometido es alojar cableado eléctrico y telefónico. Además, se prevee el uso de un canal interior que absorva, almacene y limpie el agua de la lluvia, proveyendo a los ciudadanos de una reserva potable e higienizada.
Por el momento, el sistema dispone de un coeficiente de eficiencia energética de 18,5%. Según estimaciones de Scott Brusaw, si se consiguiese sustituir toda la red de carreteras de EE.UU por paneles solares, se podría abastecer hasta tres veces a todo el país americano de energía barata y autosuficiente. Esta energía podría ser utilizada en un futuro para recargar los mismos coches gracias a paneles de inducción situados en vias especiales. Del mismo modo, aseguran que se podrían reducir un 75% la emisión de gases invernaderos.
Se espera que Solar Roadways finalice su fase de investigación y pueda comercializarse a partir de 2016.