El último proyecto del artista y diseñador holandés Daan Roosegaarde se llama Van Gogh-Roosegaarde. Se trata de un carril luminiscente para bicicletas inspirado en la obra del artista plástico holandés Vincent van Gogh, que combina la innovación y el diseño con el patrimonio cultural.
Van Gogh-Roosegaarde, construido en la provincia de Brabante (Holanda) por la compañía Heijmans a partir de un diseño de Daan Roosegaarde, está compuesto por miles de piedras luminiscentes que se cargan con luz diurna gracias a una tecnología innovadora implementada por la compañía constructora holandesa.
El carril luminiscente para bicicletas de Daan Roosegaarde forma parte de la ruta ciclista de Van Gogh en Brabante (Holanda). La apertura del mismo, el pasado 12 de noviembre de 2014, ha marcado el inicio del año internacional “Van Gogh 2015, 125 años de inspiración”, en conmemoración del 125 aniversario de la muerte de famoso artista plástico.
El carril bici conecta lugares emblemáticos en la historia de Vincent Van Gogh, como el molino de agua de Opwettesen, inmortalizado en en varias de sus pinturas o el pueblo de Nuenen dónde produjo un tercio de sus obras, incluida Los comedores de patatas.
“Quería crear un lugar donde la gente pudiese experimentar de una manera especial la tecnología combinada con el arte” nos asegura Daan Roosegaarde desde su estudio en Waddinxveen (Holanda).
La comunidad de Brabante ha contribuido no solo financieramente sino también ha cedido terrenos que servirán como sitio de prueba para el desarrollo de futuras rutas ciclistas.
En el proyecto se han invertido cerca de 700.000 euros; la mitad, proviene de una subvención de la provincia de Bravante y forma parte de una inversión de 19 millones de euros que tienen como finalidad impulsar a la provincia natal de Vincent Van Gogh como el corazón verde de la región.