Un futuro cada vez menos tangible
El GSMA Mobile World Congress 2018 culmina en Barcelona una nueva edición, tras presentar las últimas novedades en teléfonos móviles. Un sector en el que la ciudad apostó con determinación, incluso antes de que los dispositivos empezaran a ser smart y cuando pocos pensaban en ellos como un sector estratégico para la innovación tecnológica.
Atrás quedan aquellos años en los que la tecnología y el diseño iban de la mano en la reformulación formal y funcional de los dispositivos. En la actualidad, los teléfonos móviles dibujan un futuro cada vez menos tangible, apostando por la inteligencia artificial, la mejora de las prestaciones de las cámaras y por pantallas que desbordan los marcos y determinan la forma de los dispositivos.
El diseño, más allá de la interfaz, da un paso al lado a favor de las prestaciones tecnológicas, dejando de ser una herramienta útil para la mejora de la relación entre los usuarios y sus dispositivos móviles.
Nokia 8110, un guiño nostálgico al diseño
De entre todas las novedades, la menos smart pero la que más ha viralizado ha sido el nuevo Nokia 8110. Con él, los herederos de Nokia resucitan uno de los modelos más carismáticos de la antigua marca finlandesa.
El Nokia 8110 suaviza y sintetiza las aristas del modelo original, manteniendo la curvatura y el deslizamiento de la carátula frontal, que más allá de proteger al teclado, cumple la función de encendido y apagado del terminal. Un recurso gestual que cautivó a muchos usuarios, en unos años en los que el diseño, ligado al avance tecnológico, sirvieron al fabricante finlandés para erigirse en uno de los mayores proveedores de teléfonos móviles del mundo.
Diseño y tecnología especularon durante años para ofrecer objetos innovadores, logrando integrar funciones como la música, la fotografía o el vídeo, hasta entonces propiedad de otros dispositivos electrónicos.
El diseño como herramienta de innovación formal
Durante años, los principales fabricantes de teléfonos del mundo compitieron por ofrecer dispositivos innovadores en su resolución formal. Diseño y tecnología trabajaron codo con codo para ofrecer modelos que iban integrando la innovación tecnológica en creativos dispositivos electrónicos que reformularon nuestra interacción con ellos, definieron nichos de mercado gracias a la diferenciación formal e innovaron en el uso de nuevas formas y materiales.
Marcas como Xelibri, que a principios de 2003 se presentó con distintas colecciones de teléfonos con la intención de convertir el dispositivo en un elemento de moda, o Vertu: El fabricante de móviles de lujo que se asoció a grandes marcas de la moda y la automoción con productos de gama alta, fueron algunos de los principales perjudicados cuando, en 2007, Apple presentó el iPhone 1.
iPhone 1: El diseño como paradigma de la revolución tecnológica
Aunque no se trata del primer dispositivo en integrar una pantalla táctil, el diseño de la interfaz del iPhone 1 revolucionó al sector de la telefonía consiguiendo marcar el protocolo a seguir para el diseño de móviles hasta el día de hoy. Consagrado como invento del año por la revista Time en 2009, el iPhone 1 se convertiría en el principal paradigma de los dispositivos electrónicos contemporáneos, en los que la definición formal del objeto ha quedado relegado dando prioridad absoluta a la pantalla por encima de cualquier otra consideración.
La sutil evolución formal del teléfono móvil de Apple fue eliminando con los años, y a medida que la tecnología lo hacía posible, los últimos elementos formales tangibles, entre ellos, el botón de inicio que recientemente ha sido sustituído por un sistema de reconocimiento facial, anticipando un futuro que será cada vez menos tangible y más virtual.