Un desafortunado ‘golpe’ técnico
Lanzado al mercado en 1980 como un microordenador de negocios, el Apple III llegó a popularizarse como el primer gran fracaso de la compañía. El principal problema de este ordenador fue su diseño, que al no contar con ventilación (como es tradición de la firma) y debiendo comprimir todos sus componentes dentro de una carcasa pequeña, generaba un importante recalentamiento de la placa. Y ello provocaba la dilatación de los chips del sistema, que se salían de su sitio haciendo que el ordenador dejara repentinamente de funcionar. Este y otros fallos llevaron a la compañía a hacer una absurda recomendación técnica: «…levantar la computadora 15 centímetros y dejarla caer», con la esperanza de lograr que los circuitos volvieran a su lugar gracias al impacto. Finalmente, el Apple III fue descatalogado en 1984, pero la desafortunada célebre sugerencia pasó a formar parte del gran anecdotario de la historia de los ordenadores.