Objetos sin alma
En la búsqueda ininterrumpida a lo largo de nuestra vida de un lugar propio, encontramos por el camino un sinfín de sitios donde, puntualmente, nos sentimos a gusto. A veces una caña bien tirada, el buen trato de un peluquero, o el consejo de un camarero para ayudarnos a elegir vino pueden conseguir no solo que nos sintamos a gusto, sino fidelizar clientela. Sin embargo, cada vez se ven más establecimientos y grandes superficies donde se venden zapatos amontonados o libros a granel.