La columna de Luis Montero: Optimismo
La humanidad moderna era esencialmente optimista, quizá por eso desapareció. Y lo era porque, frente a los tradicionales relatos apocalípticos con los que concluyen sus muchas cosmogonías, siempre creyó que el tiempo era ilimitado, que no tendría fin. Es verdad que muchos de esos recuentos tenían pocos visos de…