Paralipsis
Me llaman mucho la atención aquellos diseñadores profesionales con los cuales no se puede razonar.
Me llaman mucho la atención aquellos diseñadores profesionales con los cuales no se puede razonar.
¿Somos los diseñadores, como personas, una contradicción?
¿Por qué la gente se empeña en seguir “diseñando” sillas?
Menuda pregunta,
Uno puede encontrar tal variedad de sillas a su alrededor que es inimaginable el número de ellas que existe. Puede que exista alguien con la asignada tarea de catalogarlas todas. Cada una de las personas que lee esto estará sentada sobre una silla muy distinta y muy seguramente también existirá algún tipo de libro llamado a las 100 mejores sillas o algo similar.
¿Somos los diseñadores, o soy un diseñador?
Todos tenemos asociado en la cabeza el nombre de una figura, uno de los que podrían denominarse los grandes del diseño. El primer nombre que te viene a la cabeza. Alguien que ha destacado por encima de los demás ha llevado su praxis o se ha erigido a sí mismo como “el diseñador” o el designer, según convenga al público.
Viene de la Parte Primera.
En un tiempo convulso, donde las oportunidades son escasas, se establece una conducta pesimista dentro de un ambiente tan negativo como el actual. Cada día salen informes poco alentadores con temas candentes como el paro, el crecimiento económico, la fuga de cerebros…