La ilustración de Koivo. Una hermosa contradicción
La obra de Koivo es complejamente simple, una hermosa contradicción que solo se entiende al enfrentarnos a alguna de sus placas. Impolutas geometrías exacerbadas por una paleta de colores arrolladora, superposiciones de formas e infinidad de elementos naciendo y emergiendo uno de otro, son la tónica habitual en sus composiciones.