La columna de Luis Montero: Hermanos de código.
«Tengo que decirte una cosa. Siéntate.».
Salían del entierro de sus padres. Habían fallecido en un accidente fatal de tráfico. El coche autónomo que ocupaban había decidido que ellos morirían y no aquella anciana que atravesaba la calle sin respetar el semáforo.