El componente emocional
Fueron varios los contactos establecidos en el Salón Satélite con jóvenes diseñadores venidos de todas partes para enseñarle a Milán, y al mundo, sus últimas creaciones. Una vez terminado el evento cada uno vuelve a su lugar de origen o de trabajo que, por fortuna, algunos tienen aquí, en la ciudad que Gillo Dorfles, y tantos otros, consideran la capital del diseño.