En el prefacio a la primera edición italiana de Mafalda, titulado “Mafalda, la contestararia”, el semiólogo Umberto Eco propone una coordenada para leer el potencial político de la historieta creada por Joaquín Salvador Lavado, Quino: la de la disidencia infantil.
En los años 30, bajo el liderazgo del periodista Harold Ross, su editor y fundador, The New Yorker comenzó a revolucionar el mundo de las viñetas, que fueron incorporadas a la estructura de la revista y tratadas con la misma seriedad que los artículos de investigación, los reportajes y los ensayos. En este artículo repasamos algunos de los más icónicos dibujantes de viñetas de la revista, quienes ayudaron a transformar el humor gráfico en un arte de culto.
Tarrina de chocolate, Miguel Molina, The Bitter Chocolatier, 2011.
