Inventario – Cuaderno de collages
Esa mariposa que se ahogó en domingo,
esa hilito que ya había sido nudo,
esos dados que entregaron al ganador
junto con la blanca mano del vencido,
ese mapa que confundió a mi abuelo
en su varonil fantasía ilustrada,
ese collar que nunca tuvo reposo,
esos libros que ardieron sin llama,
cuando bendita sea la puerta