La columna de Joan Costa: Más grande que el universo
Además, igual como el universo que se expande indefinidamente, la estupidez sigue creciendo sin límites. Encima, la invasión de las herramientas artificiales, que son estúpidas porque no sienten ni se emocionan ni se equivocan (son inhumanas), ha alcanzado el récord de la superestupidez. Que es precisamente lo contrario de la inteligencia creativa de sapiens.