La exposición partía de la siguiente premisa: el diseño ha conquistado definitivamente el terreno del arte contemporáneo, ya sea a partir de generar obras bellas —en ocasiones poco funcionales y que, en muchos casos, se han adelantado a logros posteriores del arte—, o bien atendiendo a cómo el arte ha abrazado al diseño a la hora de abordar sus presentaciones. De ahí que la intención de la exposición no fuera otra que caminar por la historia del diseño más cercano y paradigmático a modo de necesario acercamiento histórico, entendiendo que solo conociendo sus diferentes relatos podremos comprender las formas del arte actual.
La publicación recoge un extenso ensayo en el que se narran distintas situaciones de la historia del diseño y que sirven, a su vez, para mostrar otras visiones de la historia del arte en función de la relación de ambas disciplinas. La publicación se presenta en un llamativo formato marcado por unos cortes en las esquinas a cuarenta y cinco grados. La gráfica de portada se expande desde la inicial del título de la publicación, y esto marca el propio formato del libro que se convierte en una gran letra D.
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